Los hábitos alimentarios no solo impactan en la salud, sino que también lo hacen sobre el planeta. Todas las decisiones que cada individuo toma, dejan una huella en el ambiente. Así, reflexionar sobre las elecciones personales a la hora de comer, informarse y capacitarse sobre ello, es una inversión en el propio bienestar, pero también en el del planeta y el de las próximas generaciones.
En el informe Global Sustainable Development Report de 2019, encargado por las Naciones Unidas, se señala la creación de sistemas alimentarios sostenibles y patrones de nutrición saludables como un punto de partida clave para una transformación sostenible.
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