Después de este hallazgo, los investigadores declaran que un consumo moderado de vino sí que se podría considerar saludable
El grupo de investigación de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha demostrado que el resveratrol, una molécula presente en algunos alimentos como el vino tinto, podría tener un efecto neuroprotector frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Y es que, los expertos han comprobado que el resveratrol actúa sobre los receptores celulares que recogen el mensaje de aquellas moléculas, entre las que se encuentra la adenosina, encargadas de decirle al cerebro qué tiene que hacer para llevar a cabo funciones como pensar, hablar, entender, aprender o memorizar.