
Beber bien y rico no es necesariamente caro y no son pocas las prestigiosas guías que así lo han demostrado. Nombres como Peñín, Robert Parker, Wine Spectator, Suckling, Tim Atkin o Decanter se configuran en catas a ciegas donde, evidentemente, no hay etiquetas a las que aferrarse para puntuar vinos.
Desmitificar y disfrutar son los dos verbos a los que nos deberíamos asir siempre cuando hablamos de vino, alejándonos de conceptos esnobs.