A raíz del boom que empezó a vivir la cocina asiática en Europa hace unos años, comenzaron a llegar versiones propias de productos como los famosos fideos instantáneos, de consumo muy habitual en países como Japón. No son precisamente un alimento muy saludable ni sofisticado, pero si tenemos una emergencia, hay un método muy sencillo para convertirlos en un plato más que decente.