Actualmente, la cuarentena nos mantiene encerrados en nuestras casas, lo que hace que no estemos en contacto con el sol y, por lo tanto, aumente la posibilidad de contraer gripes y resfriados. A su vez, este contexto de pandemia ocasiona que suframos un déficit de Vitamina D.
Aproximadamente el 20% de la Vitamina D se obtiene a través de la alimentación, mientras que el 80% restante procede de los rayos solares. Este déficit generalizado que se suele ver en las personas, además de la falta de sol, se debe a la necesidad de protegerse de los rayos solares, para así evitar otras enfermedades como cáncer de piel.