Una vez que prueben algo, los niños pequeños pueden llegar a sentirse obsesionados con cualquier cosa, ya sean dinosaurios o princesas. Hay niños que pueden ver repetidamente la misma película una y otra vez o pensar que deben irse a dormir siempre a la misma hora.
Estas obsesiones, a menudo llamadas intereses intensos, afectan aproximadamente a un tercio de los niños pequeños, pero los científicos no están seguros de qué causa las fijaciones. Sin embargo, las investigaciones han revelado algunos datos sobre esos intereses intensos, entre ellos, a quiénes les afecta más, los niños más que las niñas, según muestra la investigación, y a qué edad tienden a comenzar estas obsesiones, alrededor de los 18 meses de edad hasta los 6 años.
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