Desde hace casi una década los líderes europeos habían intentado combatir la violencia doméstica adhiriéndose al convenio europeo de Estambul, firmado en 2011, el cual supuso un gran paso en favor de los derechos de las mujeres. Ahora Turquía plantea dejar el convenio por considerar que ataca a la “familia tradicional”.
En un país donde, en el último año, al menos 400 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia doméstica y cuatro de cada 10 mujeres han sido sometidas a abusos sexuales o violencia física al menos una vez en sus vidas, de acuerdo con los registros del grupo activista Women for Women’s Human Rights. Los números han aumentado año a año en el país, con un importante aumento de la violencia doméstica en los últimos meses debido al confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus.