Hace relativamente poco que probé las croquetas de berenjena y fue amor al primer bocado. Fue en uno de esos días de cuarentena en los que el trabajo me tenía sepultada y mi hija se ofreció a preparar la cena, sorprendiéndome con esta delicia. Desde entonces las he preparado muchas veces y he hecho algún que otro ajuste a la receta inicial. Siguen estando igual de buenas.
Una de las cosas que más me gusta es lo jugosas que quedan y el sabor tan potente que tienen. La masa está hecha de berenjena asada (en el microondas para ahorrar tiempo), queso y ajo. Queda muy blandita, por lo que es necesario añadir un poco de pan rallado para que se deje manipular. Aunque si tenéis mucha maña, tiempo y paciencia, podéis prescindir de él.