Los cítricos siempre hacen buena pareja con las verduras, refrescando especialmente a aquellos vegetales que pueden resultar algo amargos. El limón es un comodín que no suele fallar, pero también merece la pena aprovechar la temporada de otras frutas, como la naranja sanguina y su intenso aroma.
Las coles de Bruselas cocinadas al horno o dándole el punto justo de calor en la plancha o sartén, directamente sin precocerlas, ofrecen un mejor sabor y textura que hervidas o sobrecocidas. Al prepararlas con el aromático zumo de la naranja sanguina adquieren un sabor afrutado fantástico.