Las castañas poseen un alto valor en hidratos de carbono que están compuestos, en su mayoría, por almidones. Es por esto que, las castañas poseen un índice glucémico medio-bajo, lo que significa que el nivel de glucosa aumenta de forma lenta y sostenida, algo que resulta útil cuando se requiere un aporte de energía constante.
La castaña también es rica en fibra por lo que ayuda al buen funcionamiento del tránsito intestinal y fuente de vitamina C, que es el antioxidante por excelencia.
Respecto a los minerales, destaca su aporte de potasio y de zinc.