
Diversos estudios científicos realizados durante los últimos años afirman que la hormona melatonina, segregada por nuestro cerebro (en concreto por la glándula pineal, que también produce serotonina u «hormona de la felicidad») especialmente cuando permanecemos en la oscuridad, puede tener un gran poder antioxidante y antienvejecimiento sobre nuestro organismo. Diversos estudios la relacionan con la prevención de la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes e incluso la prevención de diversos tipos de cánceres como el de mama.