Siete chimpancés que escucharon música de piano marcaron el ritmo con movimientos del cuerpo, con las palmas de las manos y los pies, y los machos fueron más propensos que las hembras a acompañar con sus voces, según un estudio que publicó este lunes Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El estudio, conducido por los investigadores Yuko Hattori y Masaki Tomonaga, indica una raíz común de la danza entre los ancestros de chimpancés y humanos.