Descubrimiento arqueológico en Talayuelas

Durante las obras de reparación en las aceras de Plaza Obispo Almonacid y aledaños apareció cubierto por una losa este “pozo ciego” o “pozo negro”.

Se trata de un orificio ovalado en el terreno con las pareces entibadas, destinado a recibir las “aguas negras”💩, es decir las aguas residuales que se generaban en la vivienda. El pozo cuenta con dos entradas fabricadas con tejas. La parte líquida de dichos residuos se filtraba en el suelo, mientras que la sólida quedaba y se descomponía por el efecto bacteriano.

Estos restos arqueológicos nos hablan de la forma de vida de las clases más acomodadas en nuestra localidad durante los siglos XIX – principios del XX, siendo las primeras formas de canalización de agua residuales presentes en los hogares, antes de existir una red de saneamiento tal y como ahora la conocemos. A la par nos hablan de técnicas constructivas, así como lo materiales empleados.

Puesto que en la pavimentación de los años 60 nuestros antepasados decidieron ocultar pero conservar y legarnos este vestigio, y dado su gran valor, por motivos, entre otros, que anteriormente se mencionan, hemos decidido conservarlo.