En estos días de cuarentena ha aumentado el consumo de pan, tanto del que hemos comprado como del que hemos hecho en casa (a veces, sin levadura). Pero el entusiasmo panadero que tantas alegrías nos ha dado en la cocina ahora se traduce en una pregunta: ¿qué hacer con el excedente? Una opción es congelarlo, donde puede aguantar hasta tres meses, como explicamos aquí. ¿Y si no hay sitio en el congelador, qué? ¿Lo tiramos? No. El pan es un alimento muy aprovechable y tiene muchos usos gastronómicos cuando deja de estar fresco. Las tostadas y los picatostes son algunas sugerencias para emplear esas rebanadas que se han quedado duras en la cocina, pero hay otras. A continuación se detallan ocho ideas para sacarle partido a este alimento básico, rico… y con muchas vidas.
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