A medida que pasa el tiempo y recorremos más kilómetros con el coche, es normal que vayan apareciendo ruidos que, por norma general, no representan un síntoma de que algo va mal, pero hay otros a los que hay que prestar mucha atención.
Uno de ellos, son los chirridos de los frenos, porque hay dos. Si el chillido es agudo al frenar, pero que al soltar el pedal deja de sonar o lo hace de forma intermitente; lo más probable es que las pastillas de freno se encuentren al límite de desgaste ya que este ruido es producido por una pequeña chapa metálica que el propio fabricante instala en la pastilla para, precisamente, avisar del desgaste.
