Tener las piernas hinchadas puede ser el resultado de un sobresfuerzo físico, dificultades circulatorias o retención de líquidos. Este síntoma, que suele aquejar sobre todo a las mujeres, está descrito como una sensación de pesadez que a veces dificulta el movimiento.
A menudo detona episodios de dolor prolongado que solo disminuye con reposo; además, puede venir acompañado con hormigueo, entumecimiento y otros síntomas cuya falta de control puede reducir de manera notoria la calidad de vida.