La Noesiterapia ha devuelto a los pacientes el protagonismo en el proceso de la curación. Nosotros les enseñamos cómo funciona el cerebro y la trascendencia que el pensamiento tiene en la vida del ser humano. Damos autonomía a los pacientes; ellos deben ser sus propios médicos. Les enseñamos, les aconsejamos, les ayudamos, y son ellos los que ponen en marcha los mecanismos de la curación y cambian el rumbo de sus vidas.
Voy a limitarme a reproducir lo que escribía en el prólogo de mi primer libro
«La voluntad vence al dolor» (1973) en su primero y último párrafos:
«Dios ha puesto en la naturaleza humana cualidades maravillosas que están
esperando ser utilizadas.