En la trastienda de Black Pepper & Co no hay máquinas industriales ni productos químicos. Solo azulejos blancos impolutos, especias, barreños, un par de cuchillos y varias decenas de cubos herméticos. Eso es todo lo que se necesita para hacer alimentos tan de moda como kimchi, kombucha o chucrut en pleno centro de Madrid.
Esta tienda, antes ubicada en el barrio de Malasaña, reabrió sus puertas el pasado mes de septiembre en Chamberí con un nuevo concepto: alimentos fermentados made in Madrid. En la mochila se trajo la fama de ser una de las mejores tiendas de especias de Madrid y la primera en vender insectos comestibles al público.
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