
La empresa cárnica, Incarlopsa, prevé que a finales de 2023 el 35% de la energía que necesita para elaborar sus productos procederá de fuentes limpias y renovables, reforzando el compromiso medioambiental de la compañía con un modelo de desarrollo sostenible y a largo plazo y cumpliendo así con antelación con uno de los objetivos previstos para 2027 en materia de mitigación del cambio climático: consumir aproximadamente el 15% de la energía eléctrica procedente de fuentes renovables.