¿Cómo evitamos las reacciones alérgicas que provoca la oruga procesionaria del pino?

Los romanos desaconsejaron y prohibieron la adicción de orugas procesionarias del pino en los inservibles brebajes que eran elaborados para romper los hechizos mágicos. Lógico, ya que el contacto con la oruga es muy peligroso.

A finales del invierno, las orugas procesionarias del pino (Thaumetopoea pityocampa) inician un peregrinaje característico, a modo de procesión, desde las zonas altas de los árboles. La proximidad de la primavera eleva la temperatura ambiental y promueve que estos insectos desciendan, ordenados y en fila, buscando un sitio adecuado para construir una galería y pupar en el suelo, con la finalidad de transformarse en polillas.

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