Las amistades son un regalo en nuestra vida. No tiene precio el poder contar con alguien que te escuche cuando estás con el ánimo bajo, que te acompañe al médico o simplemente te preste algunos euros cuando estás necesitado.
Además, los buenos amigos pueden contribuir a reducir el riesgo de demencia senil de mayores.
Visitar a los amigos frecuentemente
En Reino Unido, un estudio con 10.000 participantes durante 30 años ha demostrado que los sexagenarios que están frecuentemente con los amigos reducen en 12% el riesgo de tener demencia senil después. Los que visitaban a sus amigos una vez cada varios meses o solo visitaban a parientes no experimentaban ese efecto —solo funcionaba cuando era con los amigos—.