La Anglia Ruskin University de Reino Unido, el Medical University de Viena (Austria), la North-West University (Sudáfrica) y el George Institute for Global Health de Sydney (Australia) han llevado a cabo un estudio conjunto sobre los efectos en la salud del consumo de diferentes tipos de bebidas, entre ellas, el vino.
Dicho análisis apunta a que sus hallazgos no respaldan la noción de que el consumo de cualquier tipo de alcohol pueda ser beneficioso para la salud, puesto que solo el consumo de vino (tranquilos y espumosos) fue beneficioso al reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, sin incrementar el riesgo de mortalidad, de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y de cáncer. De esta conclusión se infiere que dichos efectos beneficiosos del vino podrían atribuirse mayoritariamente a los polifenoles.