Los griegos indicaron en la entrada de la biblioteca de Tebas que «era un lugar de placer curativo para el alma». Desde la Antigüedad, los libros nos han instruido y acompañado, pero también nos han guiado y ayudado, incluso a algunos nos han salvado… Sigmund Freud ya experimentara con la recomendación de libros concretos para sus pacientes de psicoanálisis.
Durante la I Guerra Mundial, médicos y bibliotecarios de un hospital de Alabama (Estados Unidos) empezaron a utilizar libros como método curativo para aliviar los trastornos traumáticos de los soldados que volvían de la batalla. Así empezó lo que se denomina biblioterapia, cuando la lectura se emplea con un fin terapéutico. Uno de los principales beneficios que supone la lectura es la posibilidad de desdramatizar la situación difícil que vive uno, no sentirse solo con su malestar. Un estudio publicado en la revista PLOS One confirma que los libros resultan ser una herramienta y un tratamiento eficaz en la depresión o la ansiedad, por ejemplo. Y es que toda buena literatura te cambia la vida… Flaubert decía que había que leer para vivir, pero podemos decir que leer ayuda a vivir, leer ayuda a curarnos.
Sobre RÉGINE DÉTAMBEL
(1963) es fisioterapeuta de formación y escritora por vocación. Es autora de una extensa producción literaria; sus novelas han sido publicadas por las más prestigiosas editoriales francesas. Ha sido nombrada Chevallier de L’Ordre des Arts et des Lettres, una de las principales distinciones honoríficas de Francia, y ha sido galardonada con el premio Anna de Noailles en la Académie française.
La obra de Detambel no es un libro de autoayuda, explica más bien en qué consiste la biblioterapia literaria y reúne una serie de trabajos científicos que avalan la tesis según que leer ayuda a reducir el estrés y aumenta nuestra inteligencia emocional, a veces nos permite encontrar respuestas, tener conciencia de otras realidades, nos conduce a la reflexión y a la introspección, y, finalmente, nos invita a crecer emocionalmente y nos incita al cambio.
La biblioterapia es mucho más en el poder terapéutico de las novelas y la poesía que en los libros de no ficción, autoayuda o divulgación psicológica Para algunos, también los libros de humor pueden ser terapéuticos… Cuando se eligen correctamente los libros, pueden servir como crecimiento personal, sobre todo los que favorecen
la identificación con un personaje o una situación concreta. Leer nos ayuda a fortalecer el pensamiento abstracto, al abrir un libro nos abrimos a otra dimensión, vivimos otras vidas a través de los diferentes personajes, desarrollamos la capacidad de ponernos en la piel del otro, el ser más empáticos.
Leer «favorece una actividad cerebral similar a la que activaría la experiencia real» afirma el doctor Raymond Mar, de la universidad de York (Canadá).
En general, leer ayuda a reducir el estrés y aumenta nuestra inteligencia emocional, a veces nos permite encontrar respuestas y otras nos incita al cambio Está demostrado científicamente que los lectores de ficción duermen mejor, tienen mayor autoestima, menos probabilidades de caer en una depresión menores niveles de estrés. Mucho más que aquellos que no leen o que centran buena parte de sus lecturas en la no ficción.
Una de las teorías de todo eso es que la misma actividad actúa a modo de meditación: en la lectura de ficción relajamos esa parte “racional” de nuestro cerebro. Rompemos la realidad y su análisis, centrando nuestras capacidades de pensamiento en el desarrollo de la imaginación, de otros puntos de vista. Nos ponemos en la piel de otros, que viven y se relacionan en otros mundos y pensamientos, con el consecuente esfuerzo por nuestra parte para asimilarlos.
La biblioterapia se constituye como una actividad interdisciplinaria y terapéutica que se vale de la psicología y de la bibliotecología para su aplicación a través de la lectura dirigida con los articipantes Personas con problemas de confusión frente a la existencia, sentimientos de pérdida o duelo, rupturas de relaciones, depresiones o aflicciones de distinto tipo, han encontrado en este tipo de terapia, si no una solución completa, sí un apoyo, un paliativo con el que ir dando los pasos necesarios para mejorar.