Los niños son increíbles. Ahí los tenemos adaptándose a cualquier circunstancia con menor o mayor resistencia según sus circunstancias físicas, familiares y psicológicas de base. Tienen una estructura de pensamiento bastante moldeable, sobre todo viendo la actitud de los padres, que les dan seguridad o, por el contrario, les confunden.
A estas alturas, mes y medio después de estar “encerrados”, los niños, tanto como nosotros, han y están pasando por varias fases de rebeldía, aceptación, miedo… Ayer, que fue el primer día de salida, hubo niños que prefirieron no hacerlo, por miedo a contagiar y a contagiarse.