“Nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos cobardes lo que significa ser hombre. También las mujeres comunistas y anarquistas se lo merecen, ¿no han estado jugando al amor libre? Ahora sabrán lo que son hombres de verdad y no milicianos maricas. No se van a librar por mucho que forcejeen y pataleen”. Gonzalo Queipo de Llano, militar golpista.
A medida que los franquistas avanzaban, las mujeres Republicanas fueron víctimas de considerable crueldad, violadas, torturadas y asesinadas sistemáticamente. Las que sobrevivieron a la cárcel padecieron de por vida graves secuelas físicas y mentales. Miles fueron reiteradamente violadas, sufrieron acoso, abusos sexuales, humillación con rapas de cabeza, ingestas de ricino para provocar defecaciones en público, arrastradas y obligadas a recorrer desnudas o emplumadas las calles, en las cárceles sufrían palizas y torturas, asesinato. La mayoría de las Republicanas sufrieron graves problemas económicos y psicológicos después de que sus esposos, padres, hermanos e hijos murieran asesinados o se vieran obligados a huir.