El brote de COVID-19 que ha preocupado a todo el mundo y ha puesto en peligro miles de vidas; nos ha obligado a resguardarnos en nuestras residencias para mantener el aislamiento social que se requiere para evitar el esparcimiento de la pandemia. Razón por la cual la gran mayoría de las personas se ha retirado de calles, playas, parques, lugares de trabajo y un gran sinfín de lugares.
Estas circunstancias han generado situaciones sin precedentes modernos. Ante la ausencia de personas en estos espacios, la naturaleza ha comenzado a ocupar lugares que hacía mucho tiempo había abandonado. Así, hemos observado cómo muchos animales han hecho presencia en zonas inusuales.