Siempre ha habido mucho revuelo y discusión en torno a esta pregunta. Algunos dicen que dos litros, otros que tres, los más extremistas sostienen que para depurarnos deberíamos beber sin cesar, hasta alcanzar más de 5 litros de agua al día, y los más discretos defienden que bebamos solo cuando tengamos sed. El caso es que llevamos décadas viviendo de manera periódica la misma situación: primero, un experto o institución propone su teoría, por ejemplo que deberíamos beber menos; luego sale un informe que dice que estamos deshidratados, y de ahí pasamos a beber 4 litros de agua al día. Y vuelta a empezar.
Para abordar estos temas, se celebró en Bilbao el III Congreso Internacional y V Nacional de Hidratación, en el que multitud de expertos e instituciones aportaron sus puntos de vista. La conclusión, unánime, es que los españoles estamos poco hidratados.