Es uno de los mitos nutricionales más antiguos y repetidos: los hidratos engordan por la noche, y por tanto nunca hay que incluirlos en la cena. En los últimos tiempos esta idea se ha extendido también a la fruta, llegándose a escuchar incluso que está «prohibida» a partir de cierta hora. Son ideas extendidas en el mundo deportivo y, muy especialmente, a la hora de adelgazar, pero que no hacen más que desviar la atención de lo que realmente importa, la calidad de la dieta y su adherencia.