Como bien recuerda en su nuevo comunicado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, el mercurio es un contaminante medioambiental ampliamente conocido desde hace tiempo, y presente en multitud de productos pesqueros.
De hecho, en 2011, la antigua AESAN ya promulgó algunas recomendaciones sobre cuánto pescado debía consumirse dependiendo del tipo de población. Era algo menos específicas que las actuales: niños de hasta 3 años, mujeres embarazadas o que se plantean estarlo, y madres en periodo de lactancia han sido siempre una población más vulnerable.